lunes, 4 de mayo de 2015

Síndrome de Werner

Una vacuna contra el paso del tiempo

El paso del tiempo es un proceso inevitable para todas las personas del mundo. Sin embargo estudios recientes han demostrado que esto no es así sino que puede variar ya que hay especies como las moscas que duran 30 días mientras que los humanos son 90 años aunque ambos estén formados por los mismos materiales demostrando que no es un proceso inevitable sino que se puede parar o incluso revertirse. Un grupo de investigación  del instituto Salk de California y la academa china de las Ciencias en Pekín han podido no curar el envejecimiento sino entenderlo.
A partir del síndrome de Werner es una enfermedad rara que afecta a 1 de cada 20.000 personas que consiste en un envejecimiento prematuro del individuo. Este grupo de investigación demuestra que la causa genética es la mutación del gen WRN que provoca el envejecimiento prematuro al perturbar la organización geométrica del ADN de cada núcleo de cada una de las células. Son los interruptores que activan o reprimen grandes geografías genómicas según en qué tiempos y lugares. El envejecimiento es negociable en biología, y los científicos ya tienen una buena idea para pararlo, o incluso revertirlo.
La mutación que causa el síndrome de Werner conduce a la desorganización de la heterocromatina, y que ello es uno de las causas clave del envejecimiento. Lo que persigue no es una cura de la progeria, sino una vacuna del envejecimiento. No precisamente una enfermedad rara.
“Hemos identificado un mecanismo central del envejecimiento”, dice Izpisúa, “y es la desorganización de la heterocromatina, que ya sabemos que es reversible. El reloj de la biografía funcionando hacia atrás, como una máquina del tiempo de serie B. La B de biología.
Los pacientes de síndrome de Werner no suelen vivir mucho más allá de los 50 años. Pese a ello, sufren desde una temprana edad cataratas, diabetes de tipo 2, arterosclerosis, osteoporosis y cáncer: las enfermedades de la edad, solo que antes de tiempo. No es que las personas con Werner parezcan más viejas. Es que lo son, pese a todo lo que diga el calendario. Los científicos norteamericanos y chinos se han basado en cultivos de células madre embrionarias humanas, y han utilizado técnicas de edición genómica para inactivar el gen WRN. Han generado así un modelo celular en cultivo del envejecimiento. Las células se deterioran de la manera normal, pero a una velocidad acelerada.


by Roberto Cintas


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